RESEÑA DE ALMA PERDIDA - Por Cristina Caviedes

Cristina Caviedes, compañera y amiga, que siempre tiene una palabra de cariño, y te tiende su mano para lo que necesites, publicó en su blog una reseña sobre mi libro de poesía y prosa "Alma perdida"

Historias de Cristina Caviedes  Este es el blog del que os hablo, un blog muy interesante, donde además de reseñar libros, también nos habla de sus libros publicados. Pasaros por allí, merece la pena.



Alma perdida

Autora: Julia Zapata Rodrigo

Editorial: Círculo Rojo

Páginas: 233

A veces, te asaltan sentimientos que creíste olvidados, pero que ahí están y llegan a asustar por la fuerza en que se presentan, creando dolor. Es en ese momento cuando deben salir fuera, y aliviar esa carga, ya que si no fuera así el dolor sería terrible.
En "Alma perdida" la autora nos muestra una etapa de la vida en la que los cambios del ser humano afectan a los sentimientos, haciéndonos sentir a veces perdidos ante tal cúmulo de sensaciones, que nos hace más vulnerables ante los demás. Alma perdida, son momentos de una vida. Cada poema, cada texto, es una parte de nosotros. Amores prohibidos, del pasado, amores secretos, no correspondidos, amores en la distancia, y sobre todo... amores de una vida. No existe el adiós en un corazón que siente. En definitiva, Alma perdida nos muestra el alma desnuda de alguien que amó con todas sus consecuencias.

Como bien sabéis, no soy una experta en esto de hacer reseñas, pues me gusta desvelar poco o nada del libro en cuestión y además, tratándose de poesía (materia en la que no soy ni mucho menos una experta), la cosa se iba a complicar para mí y supuse que mi opinión sería aún más breve de lo habitual. Espero que la disfrutéis y os aviso... comienzo desde ya a ponerme romántica...

Leer un libro de poemas, para mí, es completamente diferente a la experiencia con cualquier otro género. Normalmente, lo leo una primera vez, pero puedo saltar de una poesía a otra, detenerme más de la cuenta en alguna, dejar el libro mientras pienso en el significado, volver a ciertos versos según el momento.
En cualquier caso, siempre he valorado y admirado a quienes son capaces de crear un libro sólo con poemas, por el hecho de que yo no me veo capaz de hacerlo. Puedo intentar hacer algo "similar" a la poesía (muchos habéis leído algo mío así, lo tengo en este mismo blog,  en la pestaña superior de "cosas que escribo") pero de ahí a crear un libro únicamente con poemas...
Eso es algo muy distinto. No puedo, ni creo que jamás lo logre, ceñirme a una métrica.
De hecho, tampoco puedo valorar una poesía por eso (a pesar de que todo tendría que estar presente en una reseña de este tipo), pero no, hago esta reseña basándome únicamente en lo que este libro me ha hecho sentir.

Julia se decanta básicamente por el amor y las experiencias asociadas a él.
Nos encontramos una Julia Zapata que nos abre su alma de un modo muy intenso, lo cual desde mi punto de vista, siempre es de agradecer, sobre todo cuando se trata de poesía: dolor, pasión, decepción, olvido, ternura, amor y desamor, navegan por cada una de sus páginas, demostrando un abanico de sentimientos muy profundos que la autora comparte con nosotros. Me han llamado la atención que algunos poemas terminen con versos de otro autor que muy bien se puede relacionar con lo escrito anteriormente por ella. Es un detalle que debo decir que me ha gustado mucho, porque es como encontrar más poesía dentro de la poesía.
Os dejo también una pequeña parte de este tesoro de Julia:

 Quiero que sepas mi vida, que sin ti yo no soy nada, que mentiría
 si dijera, que el recuerdo se apaga, porque sin ti no vivo, y si no
 vivo... la vida, no importa nada.
 Que cada día que pasa me siento más desdichada, sintiendo que el
  tiempo vuela, y que la distancia nos daña.
 Que los años no perdonan, que la vida hay que gastarla, vivir el
 día a día, hasta agotar nuestras ganas.


                                            * * * * *

                         De que me sirve pensarte,
                         si tú estás en otro lado,
                         tus manos dibujan caricias
                         en cuerpos deshabitados.


                                           * * * * *


                         Si mañana tu llanto escuchara,
                         recuérdame que no te llame,
                         no puedo ser el pañuelo que empapas,
                         y abandonas a media tarde.


Si os han gustado estos versos, ya sabéis que podéis encontrarlos completos, junto a muchos otros, en Alma perdida, de Julia Zapata.

Y para terminar esta peculiar reseña, quiero dejar aquí la que es sin duda mi poesía favorita y que muchos de vosotros ya conocéis.
No sé las razones que hacen que jamás me canse de leerla, hasta el punto de haberla memorizado sin pretenderlo, pero desde los 15 años, jamás he encontrado otra que pueda ocupar ese lugar privilegiado en mi corazón.

Os dejo con este maravilloso poema de Pablo Neruda, incluido en su obra Veinte poemas de amor y una canción desesperada y os invito a que si alguno queréis compartir alguna poesía que os haya emocionado, incluso de vuestra propia cosecha, que no dejéis de hacerlo en los comentarios de este blog o por correo a: cce1975@gmail.com. Un abrazo para todos vosotros y gracias por estar ahí.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Gracias Cristina por tu valoración hacia mis poesías escritas con todo el sentimiento. Has sabido llevar hasta el último momento y de una manera precisa la reseña, y culminándola con un bellísimo poema que para muchos es sin ninguna duda el referente en este mundo de la poesía.